Empaque y embalaje en el Comercio Exterior

El buen embalaje y empaque de un producto garantizan su buen estado durante todo el proceso de comercialización

21/02/2017 a las 18:23 hrs.

Empaque y Embalaje

El empaque y el embalaje de los bienes que se pretenden comercializar es uno de los aspectos más importantes, y generalmente descuidados en cualquier operación de comercio exterior . Esta especialización, involucra una serie de requisitos que garanticen que el producto llegue a su destino final en buenas condiciones.

Un empaque bien diseñado es vital para que, el producto a comercializar, sea transportado, desde la línea de producción, al cliente final y llegue en las condiciones óptimas para su uso o consumo.

Es relevante resaltar que el empaque cumple con una doble función: ser una herramienta de comercialización al ser atractivo para su venta al cliente y, por otro lado, el de protección durante su transporte en el trayecto de toda la cadena logística.

El embalaje, por su definición, consiste en el objeto  manufacturado que protege, de manera unitaria o colectiva, bienes o mercancías para su distribución física a lo largo de la cadena logística; es decir, durante las operaciones de manejo, carga, transporte, descarga, almacenamiento, estiba y posible exhibición.

Principales problemas generados en el transporte de bienes

Cada empaque tiene que ser diseñado individualmente, de acuerdo a las características propias de su contenido. El tipo de material que se utilice depende del producto, tipo de transporte (aéreo, marítimo o terrestre) y destino final. Se ha calculado que hasta el 70% de las pérdidas o daños de la carga pueden prevenirse con un embalaje y señalamiento adecuado.

Daños. La mercancía transportada normalmente es cargada bruscamente por  los estibadores que no tienen la capacitación o el cuidado adecuado para manejar los bultos o cajas. Durante el trayecto, la mercancía pasa por varios tipos de transporte y/o estibadores quienes, por un incorrecto manejo o una deficiente calidad en el empaque y embalaje, producen roturas al empaque y, por consiguiente, dañan el producto o pueden hasta llegar a perder la mercancía contenida en el empaque.

Robo. Durante el trayecto, la mercancía pasa por muchas manos y, si el empaque o embalaje no protege bien la mercancía, ésta puede ser susceptible al hurto o a lo que comúnmente se conoce como “Robo hormiga”.

Humedad. Cuando se utiliza el barco, como medio de transporte, éste va a estar expuesto varios días a la humedad  propia del mar. La mercancía que se pueda dañar por exceso de humedad tiene que estar protegida para evitar cualquier daño.

Clima. El calor y el frío son circunstancias propias de cada lugar del mundo por donde transite la mercancía. Cuando las situaciones son extremas, pueden dañar las mercancías que no estén bien protegidas por su empaque.

Extravío. Cuando las marcas de las cajas, o etiquetados, no contienen la información necesaria básica para la correcta identificación de los bultos, la mercancía se puede llegar a extraviar por alguna confusión en el proceso de maniobras o en el almacenamiento

 

Empaque y Embalaje: Recomendaciones básicas

Es importante que los materiales y el diseño del empaque deban seleccionarse dependiendo del producto y de las condiciones ambientales tales como temperatura, humedad, atmósfera deseada alrededor del producto, resistencia, costos, especificaciones del comprador, el etiquetado, tarifas de flete y regulaciones gubernamentales (por ejemplo, normas de etiquetado, entre otras).

  • El producto debe estar colocado apropiadamente dentro del contenedor para evitar que se mueva o roce con otros productos.
  • Se debe seleccionar el tamaño y estilo de tarima que sea el más adecuado.Una tarima accesible por los cuatro lados permite que un montacargas, o una grúa, se le acerque desde cualquier dirección, facilitando su manipulación. Además, las dimensiones estándar de una tarima (100 x 120 cm.) maximizan el volumen y pueden cargarse en contenedores estándares para su transporte.
  • No es recomendable llenar demasiado los contenedores para ahorrar espacio. Si el peso excede los límites permitidos, es posible que el producto llegue dañado al lugar de destino.
  • Escoja el tamaño del embalaje en función del contenido. Las cajas  semivacías son susceptibles a desarmarse y las demasiado llenas a explotar.
  • Utilice cajas de cartón corrugado con forros externos de gran resistencia. Utilice cartón de doble capa, idóneo para pesos grandes
  • Asegúrese de que los líquidos sean embalados en contenedores antigoteo, acompañados de un material interno ligero y fuerte (por ejemplo, espuma de polietileno) y sellados con una bolsa de plástico.
  • Recuerde que, un embalaje defectuoso puede dañar otros objetos a su alrededor. Las marcas en las cajas deben ser mínimas pero suficientes para su fácil identificación.
  • Deben contener la información necesaria para que el transportista conozca su correcto manejo. Las marcas deben ir con tinta a prueba de agua en los cuatro costados de la caja. Toda señal de advertencia debe aparecer en el idioma del país de origen y destino, así como los Símbolos Internacionales de Empaque y Manipulación.
  • Por cuestiones de seguridad, y para evitar robos, no se recomienda poner marcas comerciales ni descripción del producto. También se recomienda utilizar cintas y sellos de seguridad para evitar el hurto o “Robo hormiga”.